domingo, 28 de agosto de 2011

La cárcel más grande del mundo

Érase una vez unos mexicanos que tenían un país. Esto no quiere decir, para nada, que fuese un buen país, un lugar casi celestial, porque, como nos cuentan, hasta en el cielo había problemas. No, simplemente estos mexicanos tenían un país.

Su vida transcurría a pasos agigantados, pero también sigilosos; tanto que aplastaban a unos cuantos millones de personas y sus similares ni en cuenta... hasta que les tocaba a ellos.