lunes, 3 de noviembre de 2014

Abaratamiento de palabras

¿Has dicho un te amo cuando de verda lo sientes? ¿O un te odio a quien de verdad lo merecía

Muchas personas gustan de abaratar las palabras. No entiendo que alguien diga un "te amo" a días de tener una relación; de nombrar "amigo" a quien conoces hace unas semanas; de "querer" a quien no sabes su segundo apellido, sus gustos y disgustos. 

Tampoco entiendo quienes las usan en sentido contrario como si fueran cualquier cosa. "Te odio", "eres lo peor que me ha pasado en mi vida", "mentirosa", "doble cara" y otros insultos más por nimiedades que en poco tiempo también perdonarán.

Decir palabras es gratis, pero a este tipo de personas sí deberían ponerles una tarifa, porque ah, como les gusta utilizarlas al primer sarandeo de sentimientos. 
Pero también, ¿qué tanto valor le debe dar quien las recibe? Porque si aún no sabe que gustas de los discos de Arjona,  que lloras con Titanic o que puedes soltar un gas con tal de no hacer sufrir a tu estómago (sólo por poner ejemplos), como aceptar que te ama a pesar de ello. 

No se puede ir despreciando el amor o manteniéndolo como algo inalcanzable, pero por qué mentir. Por qué abaratar las palabras de cariño. ¿No por eso tienen un significado específico? 

Vivo y dejo vivir, pero ojalá que cuando te amen tenga de verdad esa acepción, para que no después debas entender correctamente la palabra "desencanto".

martes, 12 de agosto de 2014

El cuento que nunca me escribiste, Papá

Papá,  yo te quiero contar un cuento, de esos que me enseñaste a vivir desde pequeño. Nunca los escribiste,  pero no te preocupes,  quedaron impresos en mi mente.

Nunca te lo dije, pero el primer viaje que tuvimos juntos, ese donde me llevaste a tu pueblo, es el mejor que hasta la fecha he tenido. En esta historia un auto casi caía al barranco, y tú, todavía con cierta paciencia, me calmaste y salimos por la puerta que no daba al vacío. Ya en un transporte alternativo, y sin techo, pude por fin ver uno de los cielos más estrellados que hayan existido. Me dijiste que así siempre era en tu casa.

martes, 22 de abril de 2014

Los falsos caballeros

"Yo seré el hombre que cuide a las mujeres de aquí". Palabras más, palabras menos, hace algunas semanas leí el post de un pseudo caballero que se enaltecía como el defensor de esos "seres indefensos" que necesitan de alguien que las cuide y las proteja porque ellas solas no pueden. Patético.
foto: internet

Sin embargo, esa valiente publicación recibió varios "likes" de mujeres que reconocieron en él algo así como su salvador. Ya no sé quién está peor. ¿Por qué se considera caballerosidad el decirle a alguien indefenso y por lo tanto decir que sólo por ser hombre puede defenderlo?

lunes, 11 de noviembre de 2013

La mejor maldición

Cuando quieras maldecir a alguien, deséale que lo dejen esperando. Si lo odias tanto. añade que ojalá tenga un poco de esperanza por recibir respuesta. No imaginas cuánto daño le has pedido.  Y es que has sumado un sentimiento que para bien y para mal, es muy poderoso.


jueves, 5 de abril de 2012

Una mirada al amor

Él se enamoró de sólo una parte de ella; con eso tuvo para perder la cordura. Un segundo de esos que se eternizan en la mente, bastó para que la palabra amor tomará el verdadero significado en su mente: ansiedad por verlos, por mirarlos, por idolatrarlos; por quedar apresado de esa dulce mirada para siempre.

Unos ojos amielados y con hendiduras alargadas fueron su perdición. Además, esa expresividad que trasminaba sentimientos lo atraparon enseguida. A quienes les parezca irrisorio que esto suceda y no encuentren lógica en la forma de enamorarse, es porque aún no les queda claro que lo más ilógico que podemos encontrar en este mundo es precisamente el amor.

domingo, 1 de enero de 2012

365 días de “no amarte”


Por las comisuras de tus labios suaves  se va un año de supuesto olvido. Un beso, sólo uno bastó para tirarle a mi razón esa necia idea de que, amorosamente, ya no eras presente para mí. Para ti fue algo simple, para mí será un volver a empezar.

¿Por qué besar a quién estimas? No te entiendo. No comparto tu idea de cotidianizar un acto noble. Debo añadir que no te comprendo en muchos aspectos, quizá eso  provocó la atracción: pretender descifrar tu complejidad.

domingo, 28 de agosto de 2011

La cárcel más grande del mundo

Érase una vez unos mexicanos que tenían un país. Esto no quiere decir, para nada, que fuese un buen país, un lugar casi celestial, porque, como nos cuentan, hasta en el cielo había problemas. No, simplemente estos mexicanos tenían un país.

Su vida transcurría a pasos agigantados, pero también sigilosos; tanto que aplastaban a unos cuantos millones de personas y sus similares ni en cuenta... hasta que les tocaba a ellos.